Falta de profesionales y demoras para turnos y urgencias: la otra cara de las cifras que destaca el Gobierno del “Ramón Carrillo”

Fueron muchas las experiencias de inconvenientes que se dieron a conocer en las últimas horas sobre la atención en el Hospital Central “Ramón Carrillo”. Los testimonios surgieron después que el Gobierno destaca que desde la apertura atendieron a más 30 mil personas.

La presidenta de la sociedad del Estado, María José Zanglá hizo declaraciones que fueron replicadas por la Agencia de Noticias San Luis y en la página del Facebook del medio oficial los usuarios plasmaron sus testimonios de quejas por problemas con las que se enfrentaron en el nosocomio.

“Esperamos mucho tiempo para turno señora”, le respondió Teresa Balmaceda. Alejandro Fernández fue otro de los que escribió: “La zona de urgencia un desastre, deje de mentir señora y tirarse laureles. Ese hospital es un desastre”.
Desde el nosocomio detallaron que desde el 4 de octubre de 2021 hasta el 11 de marzo, 30.527 pacientes recibieron atención médica en consultorios externos, mientras que en el servicio de urgencias fueron 3.300. Además, se concretaron 589 cirugías de diferentes especialidades.

Mariela Alejandra Correa les preguntó a las autoridades “por qué no cuentan las muertes que ya llevan por mala praxis” o “los traslados que tienen casi a diario de urgencia a clínicas de Mercedes u otras ciudades por la falta de diagnóstico o por errores cometidos”.

“Y los que estamos en lista de espera desde enero, cuando un pedido dice urgente, ¿qué hacemos? ¿Llevamos la cuenta de la previsora o qué?”, cuestionó Claribel Pieroni.

Elisabeth Vial consideró que el Hospital “todavía deja mucho que desear” y relató que su hijo “desde noviembre necesita una cirugía y lo siguen postergando”. Agregó que para sacar un turno “aunque sea de urgencia son de acá a un mes dependiendo de las especialidades”.

María Inés Alcaraz calificó la atención como “malísima”. “Tenés que esperar 24 horas y después seguir esperando para que te internen. Yo lo pasé muy mal”, añadió.

“Poco personal para la alta demanda, muy poca comunicación entre los profesionales que, a propósito, ni dan abasto”, planteó Mariana Elizabeth Pijuan.

Nancy Pijuan transmitió su experiencia con su madre de 87 años: “En la guardia la llevamos en silla de ruedas con camisón, no paraba de quejarse y tardaron 3 horas para que la atendieran, y estaba entrando en un paro cardiorrespiratorio”.

Aseguró que pidió el libro de quejas y dejó su número de teléfono para hablar con Zanglá. “Es un hotel de 5 estrellas y los empleados hacen lo que pueden, pero no se confundan”, aseveró.

“¿Y cuántas muertes, doctora Zanglá? Todavía espero su llamado por las negligencias que hubo con mi madre ¡Cuánta impotencia y bronca! ¡Dejen de jugar con la salud de las personas!”, expuso Gabriela Correa.

Norma Valdez indicó que en la información “le faltó agregar el número de defunciones”.

“Yo perdí a mi hermana en ese hospital, los familiares vivimos un calvario, durante más de 30 días que estuvo internada. Quisiera exponer lo vivido de forma presencial a la directora doctora Zanglá”, describió.

Chary Gómez comentó que su hija debió pagar $2 mil por una placa y “esperar 4 horas” hasta que la vea un profesional. “A mi vecina le hicieron vencer los estudios para operarla de tanto que tardan por un turno”, agregó.

Emilce Ortiz advirtió que “la atención en la guardia no es buena”, y relató: “Ingresamos a las 11 de la mañana y atendieron a mi mamá a las 17”.

“Mi hija está en lista de espera para un médico cirujano desde diciembre”, sumó Delfina Sosa.
Karina Cascino también cuestionó el funcionamiento: “Dejen de mentir, para sacar sangre una espera de tres horas, estamos todos locos”.

María Fernanda Tidona señaló que cuando estuvo internada “no había agua”.

Esos fueron solo algunos de los testimonios que reflejaron una vez más la realidad del “Ramón Carrillo”. Sin embargo, aunque fueron solo unos pocos, hubo pacientes que destacaron la buena atención.